Alemania, otro patrocinador de la reforma fiscal, la aclamó como un "paso colosal hacia la justicia fiscal", y Francia dijo que era "el acuerdo fiscal más importante en un siglo", según expresó la agencia de noticias AFP.
Expresan que de un total de 130 países han acordado una reforma fiscal global que garantiza que las multinacionales paguen su parte justa dondequiera que operen, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE ) este jueves, pero algunos estados de la UE se negaron a firmar.
Dicen en un comunicado que las empresas globales, incluidos los gigantes estadounidenses Google, Amazon, Facebook y Apple, pagarían impuestos a una tasa de al menos el 15 por ciento una vez que se implemente el acuerdo.
El nuevo régimen fiscal agregará unos US$ 150 mil millones a las arcas del gobierno a nivel mundial una vez que entre en vigencia, lo que la OCDE dijo que esperaba que fuera en 2023.
"El marco actualiza elementos clave del sistema fiscal internacional centenario, que ya no es adecuado para su propósito en una economía del siglo XXI globalizada y digitalizada", dijo la OCDE.
El acuerdo formal sigue al respaldo del grupo G7 de naciones ricas el mes pasado, y las negociaciones ahora se trasladan a una reunión del grupo G20 de economías desarrolladas y emergentes del 9 al 10 de julio en Venecia, Italia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que el último acuerdo "nos coloca en una distancia sorprendente de un acuerdo global completo para detener la carrera hacia abajo por los impuestos corporativos".
Alemania, otro patrocinador de la reforma fiscal, la aclamó como un "paso colosal hacia la justicia fiscal", y Francia dijo que era "el acuerdo fiscal más importante en un siglo".
El ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, cuyo país ocupa la presidencia del G7, dijo que "el hecho de que 130 países de todo el mundo, incluidos todos los del G20, estén ahora a bordo, marca un paso más en nuestra misión de reformar los impuestos globales.
En interés de todos
Pero los países de la Unión Europea (UE) con impuestos bajos, Irlanda y Hungría, se negaron a firmar el acuerdo alcanzado en el marco de la OCDE, dijo la organización, destacando las divisiones persistentes sobre los impuestos globales.
Ambos países forman parte de un grupo de naciones de la UE que también incluye a Luxemburgo y Polonia, que se han basado en tasas impositivas bajas para atraer multinacionales y construir sus economías.
Irlanda, el hogar de la UE de los gigantes tecnológicos Facebook, Google y Apple, tiene una tasa impositiva corporativa de solo el 12,5 por ciento.
El ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe, advirtió que las nuevas reglas podrían hacer que Irlanda pierda el 20 por ciento de sus ingresos corporativos.
Ayer jueves, Donohoe dijo que Irlanda todavía "apoya ampliamente" el acuerdo, pero no el piso impositivo del 15 por ciento.
"Hay mucho que finalizar antes de que se alcance un acuerdo global", dijo, y agregó que Irlanda "participará de manera constructiva" en más discusiones.
También expresó preocupación Suiza, conocida por sus leyes de secreto bancario, que dijo que apoyaría las medidas a pesar de "importantes reservas" y que esperaba que se tuvieran en cuenta los intereses de "países pequeños e innovadores".
Si bien está previsto un acuerdo para la implementación del plan para octubre,
9 de los 139 participantes en las conversaciones, aún no han firmado por ahora el acuerdo.
La atención se la llevó China, cuya posición estaba siendo vigilada de cerca mientras ofrece incentivos fiscales a sectores clave, pero así y todo respaldó el acuerdo.
"Es de interés para todos que lleguemos a un acuerdo final como está programado para finales de este año", dijo el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann.
"Este paquete no elimina la competencia fiscal, como no debería, pero establece limitaciones acordadas multilateralmente", dijo Cormann, y agregó que "también acomoda los diversos intereses en la mesa de negociaciones, incluidos los de las economías pequeñas y las jurisdicciones en desarrollo".
Economía global “más equitativa”
Los jefes de finanzas han calificado un impuesto mínimo como necesario para frenar la competencia entre países sobre quién puede ofrecer a las multinacionales la tasa más baja.
Para el presidente Joe Biden, un acuerdo fiscal global ayudará a mantener la competitividad de EEUU, ya que ha propuesto aumentar los impuestos corporativos nacionales para pagar un programa de infraestructura y empleos con un precio de alrededor de 2 billones de dólares.
Biden, cuyos planes fiscales enfrentan una batalla potencialmente cuesta arriba en el Congreso, elogió un "paso importante para hacer avanzar la economía global para que sea más equitativa para los trabajadores y las familias de clase media en los Estados Unidos y en todo el mundo".
Señaló que las naciones que se inscribieron representan más del 90 por ciento de la economía mundial.
La declaración de la OCDE dijo que el paquete "proporcionará el apoyo muy necesario a los gobiernos que necesitan recaudar los ingresos necesarios", para fijar sus presupuestos e invertir en medidas para respaldar la recuperación posterior a Covid.
Mientras tanto, Oxfam, una organización benéfica, dijo que el acuerdo no alcanzó el nivel de impuestos necesario para dar a los países más pobres una parte suficiente de los ingresos fiscales adicionales.
Oxfam, que calificó el acuerdo de "sesgado hacia los ricos y completamente injusto", dijo que los firmantes habían perdido una "oportunidad única en la vida de construir un mundo profundamente más igualitario". termina el artículo publicado por la AFP (link original https://news.yahoo.com/global-tax-deal-backed-130-172003269.html )
Análisis
Nuevamente y en nombre de la pandemia del coronavirus, en esta oportunidad por intermedio de la OCDE, se buscan aumentar impuestos a empresas privadas. E incluso se señala a países “como a los malos de la película”.
Son empresas privadas y mayormente algunas como Google o Facebook ya poseen una continua persecución para cobrarles impuestos, tanto en lo atinente a este caso o por los contenidos.
Australia llegó incluso a una dura guerra de impuestos en otros temas con Facebook ligado a los contenidos, a su vez presionados por grupos de prensa que vuelcan allí sus noticias, y no tienen una retribución justa. Así el 18 de febrero pasado los australianos se levantaron y al revisar sus teléfonos u otros dispositivos, se encontraron con que en sus muros de Facebook no aparecían noticias de medios locales o mundiales.
Según la publicación del director gerente de Facebook en Australia y Nueva Zelanda, William Easton, la plataforma había ayudado a los editores australianos a ganar alrededor US$ 316 millones en 2020 a través de referencias y publicidad.
¿Cuántos días duró el apagón de noticias en Australia?
No llegó ni a los cinco días. El 22 de febrero se anunció de que “luego de que acordara con el Gobierno cambios en el proyecto de ley que obligaba a los gigantes tecnológicos a pagar por el contenido de los medios de comunicación que muestre en su plataforma, y a cambio de no realizar dichos pagos, las dos partes acordaron que la empresa estadounidense deberá hacer inversiones significativas en el “periodismo de interés público” en ese país.
Por supuesto que también juega en contra el humor negativo de la población al verse privada de utilizar Google o cualquier otra de las tantas aplicaciones de ocio o laborales, y esto le resta votantes a los gobernantes. Es una negociación en las que las empresas tecnológicas saben que cuentan con ese plus a favor.
Claro está que ello no ocurre en países dictatoriales o en el comunismo de China que acaba de cumplir sus 100 años con festejos muy difundidos por muchos medios y agencias de prensa por intermedio de las tecnológicas de Occidente, y con llegada a todo aquel que tenga internet libre.
¿Contradictorio?. En este nuevo mundo de las comunicaciones muchas situaciones son contradictorias. También digo que aún muchos políticos no se han dado cuenta aun de este “nuevo - viejo escenario”.
Y que “los nuevos jugadores” de las plataformas digitales tampoco entienden que algunas de sus actitudes “revolucionarias” provocan que los dictadores se vuelvan más controladores, y violen libertades y derechos humanos.
Culminando y sobre la noticia de AFP que dio motivo a este artículo, debo decir que si van a lanzar un desembolso de dinero multimillonario como el plan de infraestructura del presidente Joe Biden, lo normal es que primero se tengan asegurados los recursos.
Salir luego a respaldar el gasto público con más impuestos a las empresas privadas, no es algo correcto.
Hasta pronto !
Jorge W. Rausch McKenna
*Analista Político *Abogado *Periodista
CEO Consultoría JRM & Asoc.
Twitter: @JorRausch
Maldonado, R. O del Uruguay
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