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Crees que una inflación del 9% es mala? Prueba el 90%: el New York Time comparando Argentina con USA

Actualizado: 8 ago 2022

Si bien este domingo se conoció que “la inflación Biden” alcanzó un nivel interanual más alto en 41 años (llegó al 9,1%), el reconocido diario estadounidense nytimes.com hizo un informe pormenorizado sobre la crisis económica que atraviesa la Argentina “desgobernada” por el binomio Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, a quien se les ha sumando el multifacético Sergio Massa. En lo personal también me preocupa que el famoso diario estadounidense pro-demócrata, deba recurrir a la grave crisis del kirchnerismo, para justificar la histórica inflación de la administración Biden - Harris. A los argentinos “nos sirve” que el mundo visibilice el desastre peronista, y más, cuando el binomio del fracaso argentino habló de “Juan Domingo Biden”, cuando éste anunció una repartija de dinero al estilo peronista. Perdón que analice y que también le cuente el trasfondo completo de la nota del New York Times.


(Argentina ha lidiado con precios en rápido aumento durante gran parte de los últimos 50 años. La gente se ha quedado con poca idea de cuánto deberían costar las cosas.Sebastian Lopez para The New York Times)


Eduardo Rabuffetti es un argentino que visitó Estados Unidos una sola vez, en 1999, durante su luna de miel en Miami. Sin embargo, es posible que conozca los billetes de 100 dólares mejor que la mayoría de estadounidenses.

El Times Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos.


Asegura que con el tacto puede identificar uno falso. Es capaz de decirte exactamente cómo son 100.000 dólares. (Diez fajos de media pulgada, te caben en una sola mano). Y en numerosas ocasiones ha caminado por las calles de Buenos Aires con decenas de miles de dólares estadounidenses escondidos en su chaqueta.


Eso se debe a que Rabuffetti, un desarrollador inmobiliario que ha construido dos torres de oficinas y una casa, compró el terreno para cada una de esas construcciones con billetes de 100 dólares.

“Acá si no ves la plata, nadie te firma nada”, dijo. “Después de tantas crisis que pasamos, digamos, uno se va acostumbrando”.


No solo es Rabuffetti. Casi todas las grandes compras en Argentina —terrenos, casas, autos, arte caro— se llevan a cabo con montones de la divisa estadounidense. Para ahorrar, los argentinos toman fardos de billetes estadounidenses y los meten entre su ropa vieja, en el espacio debajo del parquet y en cajas de seguridad a prueba de bombas ubicadas detrás de nueve puertas con cerrojo y cinco pisos bajo tierra.



Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos.Asegura que con el tacto puede identificar uno falso. Es capaz de decirte exactamente cómo son 100.000 dólares. (Diez fajos de media pulgada, te caben en una sola mano). Y en numerosas ocasiones ha caminado por las calles de Buenos Aires con decenas de miles de dólares estadounidenses escondidos en su chaqueta.

Eso se debe a que Rabuffetti, un desarrollador inmobiliario que ha construido dos torres de oficinas y una casa, compró el terreno para cada una de esas construcciones con billetes de 100 dólares.


“Acá si no ves la plata, nadie te firma nada”, dijo. “Después de tantas crisis que pasamos, digamos, uno se va acostumbrando”.No solo es Rabuffetti. Casi todas las grandes compras en Argentina —terrenos, casas, autos, arte caro— se llevan a cabo con montones de la divisa estadounidense. Para ahorrar, los argentinos toman fardos de billetes estadounidenses y los meten entre su ropa vieja, en el espacio debajo del parquet y en cajas de seguridad a prueba de bombas ubicadas detrás de nueve puertas con cerrojo y cinco pisos bajo tierra.

Eduardo Rabuffetti, un promotor inmobiliario, ha realizado numerosas ventas al contado. “Acá si no ves la plata, nadie te firma nada”, dijo.


Los argentinos tienen tanta divisa estadounidense —los expertos dicen que aquí hay más que en cualquier lugar fuera de Estados Unidos— que a veces se desecha por error. El mes pasado, unos transeúntes hallaron decenas de miles de dólares volando cerca de un basurero argentino.


El dólar es rey en Argentina porque el valor del peso argentino se está desintegrando, sobre todo a lo largo del mes pasado. Hace un año, con 180 pesos se podía comprar un dólar en el muy socorrido mercado negro. Ahora hacen falta 298 pesos para adquirir un billete verde. Con el desplome del peso, los precios se han desorbitado para seguir el ritmo. Aquí muchos economistas esperan que la inflación, que este año ya está en 64 por ciento, llegue al 90 por ciento en diciembre.


Es una de las peores crisis económicas del país en décadas, y para Argentina eso es mucho decir. Los países de todo el mundo intentan lidiar con el aumento de precios, pero tal vez no haya ninguna economía de importancia que comprenda mejor que Argentina cómo vivir con la inflación. El país ha tenido dificultades con precios que aumentan rápidamente durante gran parte de los últimos 50 años.


Durante un periodo caótico a finales de los años ochenta, la inflación llegó a un casi increíble 3000 por ciento y la población se precipitó a conseguir víveres antes de que los dependientes armados con las pistolas de etiquetado de precios pudieran recorrer las tiendas. Ahora la alta inflación ha vuelto, excediendo el 30 por ciento cada año desde 2018.Para comprender cómo se las arreglan los argentinos, pasamos dos semanas en Buenos Aires y sus alrededores, hablando con economistas, políticos, granjeros, restauradores, agentes inmobiliarios, peluqueros, taxistas, cambistas, artistas callejeros, vendedores ambulantes y desempleados.


La economía no siempre es el mejor tema de conversación, pero en Argentina anima a casi todos, provocando maldiciones, profundos suspiros y opiniones informadas sobre la política monetaria.


Una mujer mostró alegremente su escondite para un fajo de dólares (una vieja chaqueta de esquí), otra explicó cómo se metió dinero en efectivo en el sostén para comprar un condominio y una camarera venezolana se preguntó si había emigrado al país correcto. Una cosa quedó muy clara: los argentinos han desarrollado una relación muy inusual con su dinero.Gastan sus pesos tan rápido como los obtienen. Compran de todo, desde televisores hasta peladores de patatas, a plazos. No confían en los bancos. Apenas usan los créditos. Y después de años de aumentos constantes de precios, tienen poca idea de cuánto deberían costar las cosas.


Argentina muestra que la gente encontrará la manera de adaptarse a los años de alta inflación, viviendo en una economía que es imposible de comprender en casi cualquier otra parte del mundo. La vida es especialmente manejable para quienes tienen los medios para hacer que ese sistema caótico funcione. Pero todas esas sorprendentes soluciones alternativas significan que los pocos que han tenido el poder político, durante los años de dificultades económicas, han pagado un precio real por sus decisiones.


“Nos preguntamos lo mismo, cómo la sociedad permite muchas cosas que están sucediendo”, dijo Juan Piantoni, director de Ingot, una compañía de cajas de seguridad cuyo negocio está en auge a medida que los argentinos pagan para guardar su efectivo. “En este momento en particular creo que estamos en la víspera de una situación que puede generar un salto de crisis muy importante”, agregó. “Nadie prendió la mecha todavía, el día que suceda eso veremos con qué nos encontramos”.


Hasta ahora, las cosas se han mantenido en calma. Los salarios de muchos trabajos están aumentando casi un 50 por ciento al año. Los propietarios pueden aumentar los alquileres a tasas similares. Y millones de argentinos usan el mercado negro para evadir las restricciones gubernamentales sobre la compra de dólares estadounidenses.