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El síndrome de “la vaca sagrada” al que teme el gobierno argentino

El gobierno kirchnerista del presidente Alberto Fernández tiene por delante dos problemas angustiantes. Uno de ellos es el de la cuarentena por el coronavirus y el restante es el de la economía. Diferenciemos o recordemos que cuarentena y pandemia no es lo mismo, ya que lo segundo no es una creación del kirchnerismo cristinista, sino que es una enfermedad mundial en curso. Claramente la responsabilidad es ineludible en el manejo de la cuarentena.


Lo de la “vaca sagrada” tampoco tiene relación con el síndrome de la vaca loca, ni lo primero guarda relación con la práctica religiosa del pueblo hermano de la India, por el cual guardo un enorme respeto. Pero bueno, ante tanto incauto o persecuciones políticas que van creciendo, nos obligan a explicar cosas innecesarias.


Sucede que el gobierno de Argentina teme a que le suceda lo mismo que a la India, y que pese al hecho de haber implementado una de las cuarentenas más largas del mundo, no pudieron impedir el colapso hospitalario a causa de la Covid19, clasificada por la errante OMS como SARS-Cov2.

Según el diario Perfil, “India hoy es el tercer país más afectado del mundo sólo después de Estados Unidos y Brasil, a pesar de haber establecido una etapa de aislamiento social muy estricto, decretado por el primer ministro Narendra Modi, el pasado 24 de marzo. Desde entonces, las fuerzas de seguridad fueron implacables en el cumplimiento del distanciamiento social y de la paralización del sistema económico. Cientos de personas fueron detenidas por haber osado reabrir sus comercios. Además, la policía y las autoridades de salud llegaron hasta los confines del país para encontrar a infectados y obligarlos a cumplir la cuarentena o internarnos en hospitales. Por ello, ya son miles los policías, médicos y enfermeros infectados“.


Además se agrega que “El número total de casos positivos de Covid-19 alcanzó este martes los 719.665, mientras que el número de muertos por el coronavirus SARS-Cov2 cruzó la marca de los 20.000 al ubicarse en 20.160. En apenas un día, murieron nada menos que 470 personas y detectaron más de 22.000 infecciones en todo el país. El total de fallecimientos superó los 20.000, pero el país ya entró en la fase de desconfinamiento 2.0, aunque las restricciones siguen vigentes dentro de las denominadas “Zonas de Contención“.


El temor del país de la carne

En Argentina comparar el número de personas con contagios, recuperados y fallecidos con relación a India, no tiene seriedad desde el punto de vista poblacional. Por lo tanto mi referencia es al manejo casi idéntico que le dieron Argentina e India a la cuarentena. Y digo casi, porque en India vimos imágenes en que la policía utiliza largos palos para reprimir a quienes no cumplen la cuarentena.

En India pese a todo y más, el sistema de salud estalló por los aires y de ocurrir algo similar en Argentina el precio político a pagar sería altísimo. Aunque el común de los ciudadanos piensen en la salud y la economía, los políticos hacen política y el año entrante el kirchnerismo se expone a las primeras elecciones legislativas luego de haber retomado el poder.


No habla

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quien pareciera tener más poder en la fórmula gobernante argentina, aún increíblemente no se ha expresado públicamente sobre la pandemia causada por el nuevo coronavirus, y mucho menos sobre la cuarentena que por el momento ha dañado a más comerciantes y pequeñas empresas que la enfermedad. Pero que tarde o temprano, estimo, escuchando y leyendo a los expertos, también hará colapsar el sistema de salud argentino. Y la preocupación del gobierno debería ser mayúscula porque en India la cuarentena no evitó el colapso pese a implantarla el 24 de marzo.

La única agenda que sigue el kirchnerismo es la de avanzar sobre las instituciones de la República. Entidades que agrupan a periodistas y medios de prensa como ADEPA, FOPEA y la SIP, también salieron a advertir una escalada sobre descalificaciones y amenazas que han recibido y reciben algunos periodistas, incluso habría existido una intención de encarcelar a Luis Majul, y hoy confirmó Eduardo Feimann que realizó también una denuncia penal. Lo que no hacen estas agrupaciones es distanciarse de periodistas y medios que fogonean justamente la mordaza a la libertad de prensa. Tampoco los nombran. Pero además, cuando “les pasa el miedo“ vuelve el periodismo bipolar y con “0” autocrítica. Un grado de madurez destacable se produjo en las redes sociales, que pese a ser descalificadas, salieron en defensa de la libertad de informar.

Cuesta escribir cuando si bien todos los días existen noticias como la del brutal asesinato del exsecretario de Cristina Kirchner en El Calafate, el multimillonario Fabián Gutiérrez o que en el día de hoy le otorgan la libertad domiciliaria a Lázaro Báez, socio del matrimonio Kirchner, quien si logra juntar el dinero para la fianza y sus vecinos lo aceptan, se muda al country “Ayres del Pilar“. Cuesta escribir porque muchos sabíamos que situaciones cómo éstas iban a suceder, si el kirchnerismo volvía al poder.


Retornando al tema del Covid-19, no hay mucha seriedad tampoco en la comunicación del gobierno. Hoy la secretaría del ministerio de salud de Argentina, Carla Vizzotti dijo “que cualquier resfrío es COVID-19 hasta que no se demuestre lo contrario“. No. No dan muchas ganas de escribir. ¿Me entienden?




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