Tras la durísima derrota contra la oposición en las elecciones primarias legislativas de medio término (PASO) del domingo pasado, la vicepresidente de Argentina y simpatizante chavista, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, no pudo asimilar el resultado electoral que dejaría a su Frente de Todos (FdT) en minoría en la Cámara de Diputados, aunque se especula que también el gobierno del presidente Alberto Fernández, perdería posiblemente la Cámara de Senadores. Todo es tensión desde hace 48 horas en el país del Papa Francisco, también un simpatizante del populismo latinoamericano, que ve cómo se cae parte de lo que ayudó a construir.
Para los lectores extranjeros, les recuerdo que la viuda de Néstor Kirchner fue quien - para afrontar las elecciones presidenciales en 2019 - aprovechando su poder dentro del peronismo armó la fórmula presidencial, y designó candidato a presidente a Alberto Fernández para enfrentar al entonces presidente Mauricio Macri, logrando derrotarlo. Menos unos muy pocos dirigentes “de peso” del peronismo versión kirchnerista, se aglutinaron en una lista a la que se sumó el líder de otra rama peronista, Sergio Massa, del Frente Renovador a quien observamos en la imagen superior junto a “los Fernández”.
Arrogancia, delirio y temor a ir a prisión
Anque aun le queden dos años y meses de mandato como vicepresidente de la Nación y por ende del Senado, Cristina Elisabet Fernández viuda de Kirchner, no solo se mostró furiosa por perder las elecciones, sino que teme ir a la cárcel.
De hecho si hoy no está en prisión, es porque está amparada en el cargo que ella se eligió para 2019. Pesan sobre ella pedidos de prisión preventiva y es investigada en muchas otras Causas por corrupción. Muchas de esas denuncias se presentaron antes del año 2015 (durante sus dos presidencias de cuatro años), y se aceleraron cuando su delfín político Daniel Scioli fue derrotado por el ingeniero Mauricio Macri al frente de la coalición “Juntos por el Cambio” (JxC).
Por su parte el presidente designado Alberto Fernández (alias “el cadete”, “el títere”, y tantos otros más ofensivos), desde que asumió cumplió un triste papel de obediencia a su Jefa, Cristina Fernández de Kirchner.
Casi de manera diaria era desmentido, desautorizado y ninguneado por Cristina Kirchner. Pero Alberto Fernández, el mismo que luego de ser su jefe de Gabinete luego aceptó ser su presidente (y no pongo comillas), aceptó su rol de presidente esclavo con mucha alegría y hasta se volvió más cercano a los dictadores de Venezuela y Nicaragua. Con la pandemia del coronavirus el gobierno recibió todo el apoyo de la oposición de “JxC”, quienes además pecaron de mucha generosidad ante un gobierno peronista, al apoyarlo con la sanción de leyes que ayudaron a que apliquen alrededor de nueve emergencias.
Los medios de prensa también creyeron en un gobierno moderado
Los medios de prensa en su gran mayoría fueron muy complacientes con el nuevo gobierno peronista que por lo general los atiende muy bien con dinero de la pauta oficial. Si bien eran momentos de incertidumbre por marzo de 2020 demoraron algunos meses en comenzar a criticar la cuarentena de ocho meses que el gobierno impuso y que destruyó la economía.
Luego con el paso de las semanas también las redes sociales y algunos integrantes de la oposición, comenzando por el líder de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, comenzaron a criticar la falta de vacunas, y pidieron que abran las escuelas porque el gobierno literalmente “se había enamorado de la cuarentena eterna”, al tiempo que imprimía billetes para planes sociales y ayudas extras.
Cada tanto era habitual que Alberto Fernández: avergüenza a los argentinos y se manifiesta con racismo hacia Brasil y México al mencionar frases insólitas que repercutían en Brasil, y se peleaba con Uruguay destruyendo el Mercosur.
Con el avance de la pandemia y a medida que aumentaba el número de muertes (hoy ya más de 114.000 fallecidos), comenzaron los escándalos por los llamados Vacunatorios VIP para los amigos del gobierno. La oposición presentó denuncias ante la justicia y se descubrió el fraude y la ideología de vacunas: La compra de vacunas Sputnik V de Argentina a Rusia envueltas en un escándalo geopolítico
Tras cartón los argentinos nos enteramos que mientras el presidente Fernández nos encerraba en nuestras casas, en la Quinta residencial de Olivos violaba sus propios Decretos sanitarios festejando el cumpleaños de su pareja Fabiola Yañez. Estábamos frente al escándalo de lo que se denomina el “Olivos Gate”, cuya denuncia la investiga la justicia federal de San Isidro.
Nada podía terminar bien
Obviamente que tanta asistencia de dinero por haber cerrado la economía, agravó la situación económica y comenzaron las alarmas hasta desde el exterio: Bloomberg alerta sobre mayor inflación en la Argentina por la impresión de dinero por las elecciones
La señora Cristina Fernández de Kirchner no habló en todo el 2020 y durante los primeros meses de este año del coronavirus. Su agenda estaba fijada en controlar el Poder Judicial con magistrados y fiscales amigos, mediante una reforma judicial que le aseguraría tanto a ella como a sus dos hijos y funcionarios de no terminar en prisión. Estuvo a muy poco de lograrlo pero no pudieron obtener los 7 diputados que le faltaban en la Cámara de Diputados, que preside el otro responsable de la debacle argentina: Sergio Tomás Massa.
Y llegó el 12 de septiembre pasado y fue en las elecciones PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), en las que anticipé que en Argentina: con una jugada magistral, JxC derrotará al kirchnerismo en las primarias legislativas. Se concretó así una tremenda derrota que el gobierno de los Fernández - Kirchner no esperaban que sea de tamaña magnitud.
Crisis política e institucional de cara a las elecciones del 14 de noviembre
Cuando la oposición comenzaba a estar alerta y preparándose para sostener el triunfo el 14 de noviembre próximo, poniendo los ojos en reforzar el control con fiscales partidarios en las mesas de votación ante el temor al fraude; fue este miércoles en que Cristina Fernández de Kirchner comenzó a operar para que los miembros del Gabinete de su presidente designado; comenzaran a presentar la renuncia.
Y comenzó ese caos político, cuando el presidente Alberto Fernández desobedeció a “su Jefa” Vicepresidente que le ordenó realizar cambios en el gabinete por lo que junto a la Agrupación La Cámpora que preside su hijo Máximo Kirchner y “los leales a Cristina”, presentaron la renuncia.
Ninguna aún con carácter indeclinable pero se estima que el Ministro del Interior, Wado de Pedro no seguirá en el cargo. La situación política siguió complicada ante la “guerra política” desatada, y que cuando llevaba 48 horas primero trascendió este jueves a última hora un audio plagado de insultos de la diputada Fernanda Vallejos que responde políticamente a Cristina Kirchner. El audio de Fernanda Vallejos: https://youtu.be/k_bmM8Lne0s
Se desconfía si ese audio de Vallejos plagado de insultos de todo calibre y muy grosero hacia el presidente Alberto Fernández y sus colaboradores, trascendió adrede o forma parte de una operación política para vaciarlo de Poder al presidente.
También hay mucha desconfianza de la oposición a una jugada política sucia del gobierno, para tratar de que las elecciones definitivas de noviembre no sean tan apabullantes y al menos mantener el control del Senado que preside justamente Cristina Fernández de Kirchner.
Y lo peor de la jornada de este jueves estaba por venir: ante la decisión del presidente Alberto Fernández de desobedecerle hizo pública una carta donde reconoce que lo designó y donde lo obliga a realizar cambios de Gabinete!
Increíble. Se suponía que era algo así, de que esa era la manera de comportarse de “la Jefa” para con su esclavo, ”el feliz presidente designado Fernández”, pero el texto de la carta que agrego a continuación, demuestra un gravísimo problema institucional. Termine como termine, se están viviendo horas inciertas y con nubarrones negros en el horizonte. También, esa carta, es el fin en la política de Cristina Fernández de Kirchner cumplido su mandato o antes. Rompió los códigos de la política en medio de su delirio personal.
LA CARTA COMPLETA DE CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER
Como siempre... sinceramente
“Una vez más me dirijo a mis compatriotas como lo he hecho en otras oportunidades. No es la primera vez. Hace ya casi un año, el 26 de octubre de 2020, me dirigía a los argentinos y las argentinas con el documento “27 de octubre. A diez años sin él y a uno del triunfo electoral: sentimientos y certezas”.
“Allí desgranaba reflexiones acerca del funcionamiento institucional, y de lo que considero el problema central de la economía argentina y la necesidad de abordarlo desde un acuerdo amplio de las distintas fuerzas políticas.
Hoy, releo aquellas líneas de inusitada actualidad en las que también mencionaba que las decisiones en el Poder Ejecutivo argentino siempre las toma el Presidente de la Nación y en las que decía sin eufemismos ni operaciones de prensa en off, que había funcionarios y funcionarias que no funcionaban”.
“También recuerdo el acto que se llevó a cabo en el Estadio Único de La Plata el 18 de diciembre de 2020, del cual participamos muchos compañeros y compañeras del Frente de Todos junto al Presidente de la Nación, cuando expresé textualmente: “… pero ojo, yo no quiero que ese crecimiento -el crecimiento económico del año 2021 que acertadamente pronosticara el compañero que me había precedido en el uso de la palabra- se lo queden tres o cuatro vivos nada más. Para esto, me parece que hay que alinear salarios y jubilaciones, obviamente, precios, sobre todo los de los alimentos y tarifas.”
“En esa oportunidad también señalé: “por eso le digo a todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor… hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora. Vayan a buscar otro laburo, pero necesitamos gente en los sillones que ocupen de ministro, ministra, de legislador o legisladora… sean para defender definitivamente los intereses del pueblo”.
Como no soy mentirosa y mucho menos hipócrita (nunca digo en público lo que no sostengo en privado y viceversa), debo mencionar que durante el año 2021 tuve 19 reuniones de trabajo en Olivos con el Presidente de la Nación. Nos vemos allí y no en la Casa Rosada a propuesta mía y con la intención de evitar cualquier tipo de especulación y operación mediática de desgaste institucional”.
“En las primeras 18 reuniones, la última de ellas el 07/09/2021, siempre le plantee al Presidente lo que para mí constituía una delicada situación social y que se traducía, entre otras cosas, en atraso salarial, descontrol de precios -especialmente en alimentos y remedios- y falta de trabajo, sin desconocer, obviamente, el impacto de las dos pandemias: la macrista primero y la sanitaria a los 99 días de haber asumido el gobierno. Igualmente siempre remarqué la falta de efectividad en distintas áreas de gobierno”.
”También señalé que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales. No lo dije una vez… me cansé de decirlo… y no sólo al Presidente de la Nación”.
“La respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar “muy bien” las elecciones. Mi respuesta, invariablemente, era “no leo encuestas… leo economía y política y trato de ver la realidad”.
“Una realidad que me indicaba que en el año 2015 perdimos las elecciones presidenciales en segunda vuelta y por escasa diferencia, con el mayor salario en dólares de Latinoamérica -que representaba más del doble del salario actual-, con una inflación que era menos de la mitad que la actual y con un candidato, Mauricio Macri, que decía que no le iba a sacar a nadie lo que ya tenía, sino que sólo iban a cambiar las cosas que estaban mal”.
“Fui, soy y seré peronista. Por eso pensaba que no podíamos ganar. Y se lo decía no sólo al Presidente. Muchos compañeros y muchas compañeras escucharon mis temores”.
“El domingo 12 de septiembre de este año el peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes. Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido pero muteado y leo un graph: “Alberto jaqueado por Cristina”. No… no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad”.
“Es más grave aún: en la Provincia de Buenos Aires, termómetro inexcusable de la temperatura social y económica de nuestro país, el domingo pasado nos abandonaron 440.172 votos de aquellos que obtuvo Unidad Ciudadana en el año 2017 con nuestra candidatura al Senado de la Nación… con el peronismo dividido, sin gobierno nacional ni provincial que apoyara y con el gobierno de Mauricio Macri y su mesa judicial persiguiendo y encarcelando a ex funcionarios y dueños de medios opositores a diestra y siniestra”.
“Recuerdo que, cuando perdimos las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires del año 2009, con Néstor como candidato a Diputado Nacional -después de la 125 y de la crisis global del 2008-, quien Alberto considera con justicia el mejor presidente de la democracia, el día lunes siguiente a las elecciones no sólo renunció a la titularidad del Partido Justicialista, sino que yo como Presidenta de la Nación pedí la renuncia de quien fuera mi Jefe de Gabinete, entre otros. Y ¡ojo!… habíamos perdido en la Provincia de Buenos Aires pero habíamos ganado a nivel nacional. A Néstor Kirchner hay que recordarlo en versión completa y no editada”.
“Sin embargo ahora, al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones. ¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?”.
“El martes 14 tuvo lugar, otra vez en Olivos, mi última reunión con el Presidente de la Nación. Habían transcurrido 48hs sin que se comunicara conmigo y me pareció prudente llamarlo y decirle que tenía que hablar con él. Deje pasar 48hs deliberadamente, para ver si llamaba (debo decir que de las 19 reuniones, la mayoría fueron a iniciativa mía). Allí le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del Gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete”.
“Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi Ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1). Juan permaneció en su cargo hasta que renunció para disputar la candidatura a Gobernador de la Provincia de Tucumán en el 2015, cargo que obtuvo y revalidó por el voto popular no sólo a través de su reelección, sino también en la elección del pasado domingo”.
“Aunque en realidad, nadie debería sorprenderse por mi propuesta: el 18 de mayo de 2019 le propuse a todos los argentinos y argentinas como candidato a Presidente de la Nación a Alberto Fernández”.
“¿Por qué cuento esto? Porque no voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político: Alberto Fernández quería que el Dr. Eduardo De Pedro fuera su Jefe de Gabinete y fui yo la que no estuvo de acuerdo. Mal podría ahora promoverlo para ese cargo”.
”A propósito de la categoría de funcionarios que no funcionan… el vocero presidencial escaparía a aquella clasificación. Es un raro caso: un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz. ¿O tiene alguna otra función que desconocemos? ¿La de hacer operaciones en off por ejemplo? Verdadero misterio”.
“Por la misma razón me comuniqué con el Ministro de Economía cuando se difundió falsamente que en la reunión que mantuve con el Presidente de la Nación, había pedido su renuncia. Las operaciones son permanentes y, finalmente, sólo terminan desgastando al gobierno. Es increíble que no lo adviertan. Es una pena tanto daño autoinfligido”.
“Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el Presidente no solamente va a relanzar su gobierno, sino que se va a sentar con su Ministro de Economía para mirar los números del presupuesto.
El año pasado, con ocasión de presentarse el mismo, se estableció que el déficit fiscal iba a ser del 4,5% del PBI sin pandemia a partir de marzo del 2021 -situación que no se verificó como es de público y notorio-. Cada punto del PBI en la actualidad es alrededor de $420.000 millones. A agosto de este año, a cuatro meses de terminar el año y faltando apenas unos días para las elecciones, el déficit acumulado ejecutado en este año era del 2,1% del PBI. Faltan ejecutar, según la previsión presupuestaria, 2,4% del PBI… más del doble de lo ejecutado y restando sólo cuatro meses para terminar el año… con pandemia y delicadísima situación social”.
“No estoy proponiendo nada alocado ni radicalizado. Al contrario, simplemente estoy recogiendo lo que en este contexto global de pandemia está sucediendo a lo largo y a lo ancho del mundo, desde Estados Unidos, pasando por Europa y en nuestra región también: el Estado atemperando las consecuencias trágicas de la pandemia.
He sido Presidenta durante dos períodos consecutivos. En el 2008 nos tocó atravesar la crisis global más grande después de la Gran Depresión del año ’30. Soportamos corridas cambiarias permanentes -con muchas menos reservas en el Banco Central que en la actualidad- y el asedio de los Fondos Buitre. Sé que gobernar no es fácil, y la Argentina menos todavía. Hasta he sufrido un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro gobierno. Duerman tranquilos los argentinos y las argentinas… eso nunca va a suceder conmigo”.
“También estoy convencida que será imposible solucionar los problemas que dejó el macrismo de bajos salarios, altísima inflación, endeudamiento vertiginoso con acreedores privados y la vuelta del FMI con un préstamo de 44 mil millones de dólares, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc… votando al macrismo o votando sus ideas”.
“Cuando tomé la decisión, y lo hago en la primera persona del singular porque fue realmente así, de proponer a Alberto Fernández como candidato a Presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi Patria. Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión… pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino”.
Fin de la carta de Cristina Fernández de Kirchner.
Argentina en otra de las tantas crisis provocadas por el partido fundado por el General Juan Domingo Perón, el “peronismo y sus vertientes”. Perón, un admirador de Benito Mussolini y quien le brindó protección a los Nazis luego de la II Guerra mundial.
¿Qué podía salir mal?
Hasta pronto !
Jorge W. Rausch McKenna
*Analista Político *Abogado *Periodista
CEO Consultoría “JRM” y Asociados
Twitter: @JorRausch
Maldonado, R. O. del Uruguay
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