Gran revuelo se generó este fin de semana con el buscador más famoso. Es que durante el sábado y el domingo, si los usuarios buscábamos en Google por el nombre de la Vicepresidente argentina Cristina Fernández de Kirchner, en el resultado de las búsquedas aparecía con el cargo "Ladrona de la Nación Argentina".
La sorpresa por tal afirmación y las distintas reacciones, fueron las esperadas en estas épocas en que la grieta se instaló nuevamente con fuerzas en Argentina, desde que el kirchnerismo duro y desentendido de la pandemia por el coronavirus, "volvió con su agenda de ideales" con escaso apego a la división de Poderes de una República.
Desde las oficinas de Google en Buenos Aires, expresaron que "hoy a primera hora tomamos conocimiento de esta situación en el panel de conocimiento de la expresidenta y actual vicepresidenta de la Nación Dra. Cristina Fernández de Kirchner, que inmediatamente fue reportada a nuestros equipos internacionales y se resolvió en el transcurso de la mañana".
Otras de las justificaciones fueron que el problema es que el buscador obtiene esta información de otros sitios públicos de la web, como por ejemplo Wikipedia, una base de datos colaborativa que contiene y cataloga información, en el que cualquier ciudadano puede ingresar y editar los artículos.
"Los paneles de conocimiento se generan automáticamente, y la información que aparece en ellos proviene de varias fuentes de toda la Web", explicaron desde la empresa fundada por Sergey Brin y Larry Page.
Al no ser expertos en informática las explicaciones de Google, nos suenan a "chino básico" como suele decirse. Y por estos tiempos, estos daños "son irreparables", pero también suelen ser momentáneos. Es decir, en unos días ya será un recuerdo y se irá diluyendo como normalmente sucede en estos casos de "las extrañezas de la web" y su inseguridad.
Declaraciones inoportunas para el "oportunismo"
Por estos días estamos viendo como ha regresado a la superficie el relato kirchnerista con acciones concretas, y declaraciones algo desafortunadas de algunos funcionarios, ex funcionarios o dirigentes de la coalición opositora "Juntos Por el Cambio" (JxC)
Con la ayuda de los medios de prensa "bipolares", desde el oficialismo supieron capitalizar muy bien los deslices de los multicolores, en su afán de tratar de "dividir y reinar" una especialidad histórica de la "casa peronista".
Es que la posición del jefe de gobierno porteño en su relación con el gobierno nacional y el acercamiento normal que debe tener Horacio Rodríguez Larreta, no es bien entendido por el común de los llamados "del 41%" que si ya venían irritados por la cuarentena de fase en fase y los problemas económicos, una foto de un macrista con el presidente guitarrero Alberto Fernández les suma nervios.
Muy distintas resultan las declaraciones de un Emilio Monzó o de un Rogelio Frigerio. El primero dando a entender que "JxC" ya se terminó como frente, y el ex ministro del interior posteando en twitter "que había que cerrar la grieta".
Luego existen otras intervenciones públicas de personas devaluadas que sobreviven en la oposición como Daniel Andrés Lipovetzky, pero que no generan tanto repudio interno dentro del macrismo porque ya tienen asumido su "panquequismo", tal como sucedió con Nicolás Massot.
La situación de Horacio Rodríguez Larreta es muy distinta, al igual que la de los intendentes macristas de los partidos bonaerenses como Guillermo Montenegro, Diego Valenzuela y hasta Martín Yeza, por mencionar algunos. Ellos necesitan dinero mínimamente para pagar salarios y hacer funcionar los servicios básicos, la pandemia y el parate económico hicieron caer el cobro de impuestos y la chequera está en manos de los K. La semana que nos dejó también tuvo este aditamento ante un kirchnerismo provocador, que no logra "sacar a la cancha" al ex presidente Mauricio Macri ni a María Eugenia Vidal.
La estrategia por ahora les está saliendo bien, ante un kirchnerismo que se desgasta día a día por la grave crisis originada por la pandemia y la economía, sumado a que se aproxima el 22 de mayo y con ello la casi segura entrada en default, un dolar que volvió a ser la vedette y una máquina que no para de emitir pesos. Quien está "calladito" y fiel a su estilo especulador, es Sergio Massa. Quizás ya espera o sueña con una pronta explosión dentro de la diarquía gobernante e imagina su foto con el bien más preciado: la banda presidencial al estilo Eduardo Duhalde pos 2002.
¿Y si le sirve de excusa el error de Google?
Los medios de prensa en su gran mayoría hacen silencio ante las actitudes de Cristina Fernández de Kirchner que parece haber tomado al Senado como de su propiedad. El periodismo bipolar no habla de "muchas cosas" que antes hablaba. El doctor Nelson Castro tampoco "la evalúa y realiza un seguimiento" justamente de su bipolaridad.
El error de Google quizás envalentone a muchos kirchneristas por haberles "tocado a la reina". Quizás en su afán de recortar las libertades individuales, les sirva de pretexto para intentar regular (censurar) el contenido de internet y perseguir opositores o a toda persona crítica al cristinismo cubano.
Los grandes medios hacen silencio. Algunos juegan al "policía bueno y al policía malo", es decir, hacen una nota o un programa dentro de lo cánones republicanos o hablando de la realidad visible y palpable - pero ni bien resurge el entusiasmo-, aparece otro periodista en el mismo medio y resalta, por ejemplo, solo los casos de afectados o muertos por Covid-19 de las Villas de emergencias de la ciudad de Buenos Aires. O cuando tienen la oportunidad de hacer preguntas al presidente Alberto Fernández sobre temas concretos, no se las hacen.
Los Poderes de la República están casi suprimidos. Y ocurren situaciones tragicómicas como una situación muy seria que pasó muy desapercibida. Cuando al fin el Congreso debatió la épica de sesionar virtualmente ("todo es épico") se me cruzó por la cabeza que nada menos que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya había implementado los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que recién el Congreso Nacional estaba tratando, para que con el voto necesario, tengan fuerza de ley.
Tienen tanta impunidad, que a veces los hace incurrir en errores groseros. ¿Que hubiera sucedido si por casualidad el Congreso Nacional no aprobaba el DNU de Alberto Fernández? La Corte Suprema que debe velar por la Carta Magna, justamente se adelantó al artículo 99 inciso 3) ¿Entienden lo dañada que están nuestras Instituciones?
Mientras, siguen en cuarentena laboral quienes deberían prestar un servicio esencial y presencial. Desde el Poder Judicial, el Congreso o los Bancos que funcionan por turnos y "administran ahorros". Los funcionarios "se revolean en Covid-19" con el visto bueno de la mayoría de la prensa silenciosa y cómplice.
¿Y quieren que algunos ciudadanos encerrados no se enojen? Si quieren calmar el enojo y las cacerolas, no hagan "desaparecer de la TV" al ex mediático ministro de desarrollo social Daniel "cuchuflito" Arroyo. No digan que van a reestructurar a la justicia. No hablen de la ley del aborto. No se desentiendan del FMI. No oculten los casos de coronavirus en los "pagos de Kicillof".
La gente se va a poner menos o más nerviosa con la cuarentena, cuando los tomen "más o menos" de pelotudos.
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