Los nuevos demócratas socialistas asustados ante una derrota republicana siguen atacando a Trump
Como algunos lectores ya dan por sentado el relato socialista que edificaron de manera brutal muchas corporaciones de prensa sobre el hecho de que se era del partido demócrata, o un fanático de Trump, para algunos desprevenidos hay que seguir explicando “ese blanco o negro” ideado perversamente para las elecciones de 2020, y que no estaba ajeno a la guerra cultural. ¿Se debe decir siempre que no se es fanático de Trump?. Es una locura y una falta de respeto al intelecto de muchas personas. Pero ahí están los verdaderos fanáticos a desenmascarar, y en este caso, desde el diario “Los Ángeles Times” cuando lanzan sin tapujos un título como “Insurrección en cámara lenta: cómo el Partido Republicano toma el poder electoral”, titularon este sábado y le dieron un desarrollo con afirmaciones increíbles. No es “el tal Trump”, es el voto no demócrata y terror de éstos.

Pie de foto: El representante republicano Mark Finchem habla el 2 de mayo de 2018 en el Capitolio en Phoenix. En los estados de campo de batalla y más allá, los republicanos se están apoderando sistemáticamente de la maquinaria electoral que alguna vez se pasó por alto, debilitando o reemplazando los controles existentes para evitar la intromisión partidista en los resultados. (Bob Christie / Associated Press)
“En las semanas previas a la letal insurrección en el Capitolio de EE.UU. del 6 de enero, un puñado de estadounidenses (políticos conocidos, burócratas locales desconocidos) se levantaron para bloquear el intento sin precedentes del entonces presidente Trump, de revocar un voto libre y justo de el pueblo estadounidense”, según escribió temerosamente Nicholas Riccardi de la Associated Press (AP), y que este 1º de enero reproduce el medio pro demócrata latimes.com
“Al cumplirse un año de transcurrido desde entonces, los republicanos alineados con (Donald) Trump han trabajado para despejar el camino para la próxima vez”, agrega Los Ángeles Times.
Pero de manera mucha más temerosa para el lector y para el sistema democrático estadounidense, Nicholas Riccardi, afirma que “En los estados de campo de batalla y más allá, los republicanos se están apoderando de la maquinaria electoral que alguna vez se pasó por alto. Si bien el esfuerzo es incompleto y desigual, los expertos externos en democracia y demócratas, están haciendo sonar las alarmas, advirtiendo que Estados Unidos está presenciando una "insurrección en cámara lenta" con más posibilidades de éxito que la fallida toma de poder de Trump el año pasado”, dice el periodista pro Biden de manera totalmente irresponsable.
¿Por qué tanto temor a que el estadounidense vote libremente?
Para el medio responsable de la nota de la poderosa AP, a modo de detective enumera: “Señalan una creciente lista de pruebas: varios candidatos que niegan la derrota de Trump se postulan para cargos que podrían tener un papel clave en la elección del próximo presidente en 2024. En Michigan, el Partido Republicano está reponiendo miembros de oscuros consejos locales que podrían bloquear la aprobación de una elección. En Wisconsin y Pensilvania, las legislaturas controladas por el Partido Republicano están respaldando “revisiones” abiertas de las elecciones de 2020, inspiradas en una mirada retrospectiva profundamente defectuosa en Arizona. Los esfuerzos están destinados a alimentar la desinformación y la ira por los resultados de 2020 en los próximos años”, advierten como si la única forma de democracia fuese votar por el partido de la administración Joe Biden. ¿Quienes alimentan la desinformación cuando el mayor poderío de medios está del lado demócrata?.
Falso
Agrega además la nota con poco espíritu democrático que “Todo esto se produce cuando el Partido Republicano se ha alineado más detrás de Trump, quien ha hecho de la negación de los resultados de 2020 una prueba de fuego para su apoyo. Trump ha elogiado a los alborotadores del 6 de enero, y ha respaldado las primarias destinadas a purgar a los legisladores que lo han cruzado. FALSO: en ningún medio o redes sociales - antes de ser censurado - pueden encontrar esta afirmación “de elogio a los salvajes que tomaron al poco custodiado Capitolio” tal como se lee hoy en latimes.com
Dieciséis gobernadores republicanos han firmado leyes que dificultan el voto. Una encuesta de ‘Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research’ mostró que dos tercios de los republicanos no creen que el demócrata Joe Biden haya sido elegido legítimamente como presidente”, y lo dicen incluso reconociendo - en otra encuesta - que millones de estadounidenses creen que las elecciones fueron amañadas como denunció el equipo republicano, y el mismo Donald Trump (a quien nunca mencionan por su nombre).
Una Afirmación fascista de Steven Levitsky
"No está claro que el Partido Republicano esté dispuesto a aceptar más la derrota", dijo Steven Levitsky, politólogo de Harvard y coautor del libro "How Democracies Die". "El partido en sí se ha convertido en una fuerza antidemocrática", afirmó en forma generalizada.
“Los republicanos que hacen sonar las alarmas luchan por ser escuchados por su propio partido. Los representantes republicanos Liz Cheney de Wyoming o Adam Kinzinger de Illinois, miembros de un comité de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del 6 de enero, a menudo son descartados como apóstatas del partido”, agregan.
Desde un enfoque totalmente partidario se manifiesta que “Algunos funcionarios locales, las personas más cercanas al proceso y su fragilidad, están pidiendo un cambio. En una conferencia de prensa reciente en Wisconsin, Kathleen Bernier, senadora estatal republicana y ex secretaria electoral, denunció los esfuerzos de su partido por tomar el control del proceso electoral”.
"Estas cosas inventadas que la gente hace para animar la base es simplemente despreciable y no creo que ningún legislador electo deba jugar ese juego", dijo Bernier. Ojo, ellos no inventan eh?. Patético periodismo militante que solo creen que tiene valor lo que ellos dicen, caso contrario el lector es un fanático de Trump!
“En Georgia, un proyecto de ley electoral firmado por el gobernador republicano otorgó a la Asamblea General controlada por los republicanos nuevos poderes sobre la junta electoral estatal, que controla a sus homólogos locales”, agregan.
Siempre según Los Ángeles Times, “La ley se está utilizando para iniciar una revisión de las operaciones en el sólido condado democrático de Fulton, hogar de la mayor parte de Atlanta, lo que podría conducir a una toma de control estatal. La legislatura también aprobó medidas que permiten a los funcionarios locales sacar a los demócratas de las juntas electorales en otros seis condados”, aseguran.
Si las elecciones fueron limpias: ¿Cuál es el problema en que se revise democráticamente?
“En Pennsylvania, la legislatura controlada por el Partido Republicano está llevando a cabo una revisión de las elecciones presidenciales, citando información de los votantes que, según los demócratas, es una intrusión sin precedentes en la privacidad de los votantes”, dicen, como validando finalmente algún miedo oculto a futuro.
Enumerando los casos oportunamente denunciados por el equipo de Trump amplían: “En Nevada, los jueces desestimaron múltiples demandas que buscaban anular la victoria de Biden. Jim Marchant, un ex legislador estatal republicano, que ahora se postula para ser secretario de estado, presentó una demanda destinada a anular su derrota en el Congreso, y también fue desestimada. La actual secretaria de Estado republicana, Barbara Cegavske, quien tiene un mandato limitado, descubrió que no hubo fraude significativo en las contiendas”.
“En Michigan, Pensilvania y Wisconsin, los gobernadores demócratas han sido un gran impedimento para el esfuerzo del Partido Republicano por reformar las elecciones. Lo más significativo es que han vetado nuevas reglas que, según los demócratas, tienen como objetivo dificultar el voto de las personas de color”, haciendo referencia nuevamente al intento de la administración Biden y del partido demócrata, en tratar de emparentar al partido republicano como un partido racista.
¿Ya están pensando en Trump 2024?
Luego la nota hace una advertencia y también a mi entender una muestra de debilidad política, al afirmar que “Los gobernadores tienen un papel importante en las elecciones estadounidenses: certifican a los ganadores en sus estados, allanando el camino para el nombramiento de los miembros del colegio electoral. Eso genera temores de que los gobernadores amigos de Trump puedan tratar de certificarlo, si se postulara en 2024 y fuera el candidato republicano, como el ganador de los votos electorales de su estado, independientemente del recuento de votos”.
“Además, algunos republicanos argumentan que las legislaturas estatales pueden nombrar a sus propios electores sin importar lo que diga el recuento de votos. Pero los demócratas han tenido poco éxito en establecer lo que está en juego en estas contiendas. Es difícil para los votantes creer que el sistema podría ser vulnerable, dijo Daniel Squadron del State Project, un grupo demócrata que intenta ganar legislaturas estatales”, agregan.
“Los votantes más motivados en Estados Unidos hoy en día son aquellos que piensan que las elecciones de 2020 fueron robadas”, dijo. "Reconocer que esto está en marcha requiere un salto de cualquier sistema de valores estadounidense básico que cualquiera de nosotros haya vivido", también afirman desde latimes.com
Agregan, que “En Michigan, el Partido Republicano se ha centrado en las juntas de votantes de los condados del estado. El poder de los comités poco conocidos estuvo brevemente en el centro de atención en noviembre de 2020, cuando Trump instó a los dos miembros republicanos de la junta que supervisaban el condado de Wayne, hogar del bastión demócrata de Detroit, a votar para bloquear la certificación de la elección. Los funcionarios de Michigan dicen que si las juntas de escrutinio no certifican una elección, pueden ser demandados y obligados a hacerlo. Aún así, ese proceso podría causar caos y ser utilizado como un grito de guerra detrás de las disputas electorales”, dicen.
¿Qué proyectos están en juego para que los demócratas de Biden estén tan asustados?
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