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Sangre y política a horas de la marcha del #17A: Facundo Astudillo no es otro Santiago Maldonado

¿Quien aseguró a ciertos comunicadores sociales que el cuerpo encontrado cerca del control policial en dónde aseguran que fue visto por última vez el joven Facundo Astudillo Castro, se correspondan a su persona?


No existe ninguna información oficial que se trate del joven que desapareció el 30 de abril de 2020 cuando iba a reencontrarse luego de una aparente pelea con su novia y que fue denunciado por automovilistas a familiares, para que éstos a su vez desde sus residencias reporten esa actitud un poco errante y sospechosa de un joven “haciendo dedo” (auto stop), para llegar a Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires.


Violaba la cuarentena impuesta por el gobierno kirchnerista


Las denuncias (todas chequeadas) por la fiscalía federal Nro.1 de Bahía Blanca por declaraciones de quienes denunciaron su presencia al 911, testimonios e informes de la telefónica Claro del magnate Carlos Slim, geolocalización, filmaciones de cabinas de peajes y hasta el recupero del WhatsApp por colaboración de la empresa de telefonía, determinaron que efectivamente Facundo Astudillo Castro fue interceptado por la policía, que iban a infraccionarlo por “romper la cuarentena“ que por el fracaso sanitario el gobierno ahora dice que no existe; pero que finalmente se le permitió continuar viaje ya que había labrado mínimamente un acta con anterioridad.

Facundo Astudillo Castro no fue desaparecido por orden de Sergio Berni, ni de Axel Kicillof ni de Alberto Fernández o Cristina Kirchner. Del mismo modo que no era racional ni verdadero que la Gendarmería siguiendo órdenes de Patricia Bullrich y Mauricio Macri, hicieran desaparecer al otro infractor y luego apareciera ahogado, como fue el caso de Santiago Maldonado.


Es decir que en el Caso Maldonado había que investigar y no comenzar a “tirar gendarmes por la ventana“, como se negó la ex ministra de justicia Patricia Bullrich, en momentos en que el kirchnerismo y todo el engranaje de los DDHH guevaristas y la mayoría de los medios, buscaban acusar al gobierno de Mauricio Macri de un plan de desaparición forzada de personas, una verdadera locura insoportable desde lo racional y judicial, que fue tiñéndose con el patrocinio legal de los caranchos que olfateaban el dinero de una suculenta indemnización.


Respecto a Facundo Astudillo Castro, la justicia está trabajando y ha establecido con testimonios y técnicamente que el joven habría llegado a Bahía Blanca, y lo menciono así en potencial. Es decir, muy lejos de donde apareció el supuesto cadáver (esqueleto) que algunos iluminados ya dan por sentado sin siquiera brindar una información consistente.

Tengamos presente que este otro lamentable episodio de la supuesta aparición de los restos (para nada confirmados) del joven Facundo Castro, se da justo en el contexto de una nueva marcha contra la reforma judicial del gobierno kirchnerista a realizarse mañana 17A, coincidente con un nuevo aniversario al paso a la inmortalidad del Gral. José de San Martín, y que promete ser multitudinaria.

Cuando hay información chequeable y existiendo familias detrás de un desaparecido, recién podemos responsablemente dar las primeras pistas.


Mi tuit que estimo al día de hoy confirmó el hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado:

(si no ve la foto, toque o presione sobre la misma)

Los demás, son intereses políticos, periodísticos y comerciales. Claro que éstos tienen reacciones muy distintas en la mayoría de los dirigentes y seguidores del kirchnerismo chavista, al de la oposición más republicana (en su gran mayoría) al momento de su ocurrencia, es decir, siendo opositores u oficialistas.


Facundo y Santiago, son dos casos paradigmáticos y comparables el uno con el otro. También podemos observar que desde la asunción del nuevo gobierno, existe un mayor número de víctimas de violencia institucional y que está creciendo la inseguridad.


E incluso el número de secuestros extorsivos a julio del 2020, y con cuarentena, ya se está prácticamente a niveles de todo el año 2019.



Si no son un Facundo Astudillo Castro, Santiago Maldonado ni otros esqueletos que encuentran en los rastrillajes mediáticos: ¿Los demás no valen nada? ¿No tienen familias?

Nadie piensa o no les importa el verdadero dolor de los familiares. Jamás criticaría el dolor de los padres y de algunos parientes directos, en lo inmediato. No generalizo y hago una diferencia de tiempo, porque ya conocemos el aprovechamiento de Hebe de Bonafini o de un tal Sergio Maldonado.


Chau, hasta la próxima !


@JorRausch (©️)