Todos sabemos que el grupo de prensa más predominante y por ende de presión e influencia en Brasil, se llama “Globo”. Podríamos compararlo con lo que es en los EEUU la CNN del Grupo Turner, o en Argentina el Grupo Clarín, salvando las distancias en lo atinente al dinero, expansión mundial, empleados, etc.
Y así como la “CNN” junto con otros medios acosó a Donald Trump, en Brasil “Globo” lo sigue haciendo contra Jaír Bolsonaro, quien también resultó electo presidente de manera democrática.
Para terminar con una definición de lo que es el muy poderoso Grupo de prensa de Brasil en manos de Paulo Marinho, digamos que el 8 de noviembre de 2019 se anunció una centralización de las empresas del Grupo Globo, así como la unión de todos los vehículos de comunicación del grupo (TV abierta, TV de pago, streaming, radio, portal y editorial), que se sumaron a una nueva empresa, y que utilizan únicamente el nombre “Globo”.
¿Qué sucedió con Jair Bolsonaro para que cometiera ese exabrupto?
Dicen textualmente desde la agencia de noticias AFP en su versión en español que “El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, mandó a callar el lunes a una periodista que lo interrogaba sobre su negativa a usar máscara y calificó de "mierda" al Grupo Globo, el mayor conglomerado de medios del país”.
Citando al medio 24matins.es, afirman que el mandatario de Brasil dijo: “¡Cállate la boca! ¡Ustedes son unos canallas! Practican un periodismo canalla, que no ayuda en nada. ¡Ustedes destruyen la familia brasileña, destruyen la religión brasileña!”, le espetó a gritos Bolsonaro a la reportera a la salida de una ceremonia militar en Guaratinguetá, en el estado de San Pablo.
La periodista de TV Vanguarda, una emisora de la red Globo, acababa de recordarle que había sido multado en varios estados por participar sin máscara en aglomeraciones con sus simpatizantes.
Y cuando le hizo notar que había llegado a la ceremonia sin barbijo, Bolsonaro, ofuscado, respondió: “Yo llego como quiero, cuando quiero. Dejen de ocuparse de mi vida”.
Acto seguido, se sacó el tapabocas negro que llevaba en ese momento, y declaró: “Ahora pueden ponerlo en el Jornal Nacional [el popular telediario nocturno de Globo]: estoy sin máscara en Guaratinguetá. ¿Estás feliz ahora?”.
Resaltan también en que “Desde que llegó al poder en enero de 2019, Bolsonaro atacó en repetidas ocasiones a periodistas y a medios de prensa”, recuerdan en el reporte, obviamente sin mencionar lo que ellos han molestado al presidente de Brasil.
“Globo es una prensa de mierda. Ustedes son una prensa de porquería (…), si miras Globo, te desinformas. Tendrías que tener vergüenza de prestar un servicio puerco como ese”, prosiguió.
La respuesta de un poderoso Grupo, que “no recibe pauta oficial”.
El grupo Globo no tardó en reaccionar. “No será con gritos ni con intolerancia que el presidente impedirá o inhibirá el trabajo de la prensa en Brasil“, indicó en un comunicado.
Como es costumbre Globo recordó además que “Bolsonaro también la emprendió contra CNN Brasil, acusándola de haber “elogiado” las manifestaciones que el domingo pasado congregaron a decenas de miles de personas para criticar la política del gobierno ante la pandemia de coronavirus, que ya dejó más de 500.000 muertos en el país”.
Resaltan también en que “Bolsonaro se opuso desde el inicio de la pandemia a las medidas de confinamiento, cuestionó la eficacia de las vacunas y la utilidad de los barbijos y promovió medicamentos sin eficacia comprobada contra el covid”, y recuerdan que dijo en su momento:
“Mientras yo sea presidente (…), vamos a luchar para que los ciudadanos tengan armas y no estén obligados a usar mascarillas”, dijo el jueves pasado, en su programa semanal en vivo.
Lo que dice el reporte: https://www.24matins.es/topnews/america/bolsonaro-se-enfurece-con-una-periodista-y-dispara-prensa-de-mierda-269737
Análisis
¿Más análisis sobre esta cuestión de la mayoría de la prensa “y su problema” con los gobiernos de centro derecha?
Los reportes que ellos mismo hacen, hablan por sí mismo. En Argentina el “Grupo Clarín” así como ayudó a crecer al kirchnerismo chavista, luego de que el gobierno de Néstor Kirchner pretendió ser socio en sus negocios - a lo que hicieron muy bien en oponerse -, el CEO Héctor Magnetto tomó una línea editorial muy crítica.
Ese quiebre se produjo aproximadamente por el año 2008 cuando Clarín arremetió con sus editoriales contra esa versión peronista a la que “antes suavizaba” en sus noticias. Es decir que ese gran pulpo de medios que supo alentar al marido de Cristina Kirchner, y con cuyo dinero de la pauta oficial (que sale del bolsillo de los impuestos de todos los argentinos), se favoreció; se le fue encima y hasta con ganas de expropiarlo con la llamada Ley de Medios.
Así fue que para las elecciones del año 2015 todos los tentáculos del Grupo Clarín (similar al “Globo” de Brasil), apoyaron la candidatura de Mauricio Macri, el presidente más moderado y republicano que tuvo Argentina desde el regreso de la democracia en el año 1983.
Pero en Argentina el Estado tiene una tabla oficial de dinero que se reparte a los medios de prensa - la Pauta Oficial - la que el gobierno de Macri repartía de manera equitativa. Pero promediando la mitad del gobierno de la alianza “Juntos por el Cambio” que elevó a Mauricio Macri a Casa Rosada por cuatro años, el Grupo Clarín que había incluso solicitado más dinero por intermedio de ADEPA y de manera pública, también apuntó con sus editoriales contra el líder del PRO.
Y así en la rueda comercial, el Grupo Clarín “se jugó por la vuelta del peronismo tradicional” que supuestamente encarnaba un Alberto Fernández mucho más “racional y amigo”, y que aunque lo acompañara Cristina Fernández de Kirchner, le redituaría más en los negocios que Mauricio Macri, y ese “malo de Marcos Peña que como Jefe de Gabinete, era el encargado de repartir la pauta publicitaria”.
En la era de las nuevas tecnologías, además, tallaron los otros jugadores en las redes sociales: el ciudadano votante o partidario, y su computadora o teléfono celular.
También nacieron los “contratados para hacer fluir la propaganda o la descalificación”. Este comportamiento se expandió por el mundo, y se utilizó y utiliza en otros rubros más allá de la política. Algunos si, operaban y lo hacen aún, como verdaderos “call centers de trolls y/o bots”, y por dinero. Pero en épocas de Mauricio Macri toda crítica al periodismo de Clarín y de la cadena de medios para kirchneristas, era considerada obra de “los trolls de Marquitos Peña”.
Nunca hubo una denuncia penal y puntual que concluyera en el hecho de la existencia de que un gobierno pagara esos “call centers”, pero desde ya es un mecanismo muy complejo para desenmarañar.
Fueron muchos comunicadores y periodistas, incluso de renombre, los que ofendían a los que utilizaban las redes sociales con su dinero y sin recibir órdenes de nadie.
Otros periodistas más inteligentes y amigables con la puesta en escena de las nuevas tecnologías (sobre todo Twitter), supieron y saben sacarle beneficios en su provecho. Ya no se habla de “los trolls de Peña”, pero el Grupo Clarín nuevamente está inquieto porque Alberto Fernández resultó ser un títere de su vicepresidenta Cristina Kirchner, quien busca venganza.
¿Y entonces que hacer?: apoyar nuevamente al macrismo, aunque “siempre la bolsa dicen que es mirada con cariño”.
Ideología y dinero: dos palabras que resumen claramente a buena parte del periodismo en el continente americano.
Recuerdo luego de lo sucedido en las elecciones de los EEUU haber escrito un artículo sobre las similitudes entre lo que desde cierto periodismo mayoritario le hicieron a Donald Trump y que se repitió como un calco, luego de que Jaír Bolsonaro asumió la presidencia.
Para no repetir lo mismo, dejo a usted el enlace y si no logra abrirlo, lo encontrará en este sitio del día 19 de marzo de 2021 https://www.jorgerausch.net/post/prensa-e-ideología-socialista-sale-donald-trump-e-ingresa-jair-bolsonaro
Hasta pronto !
Jorge W. Rausch McKenna
CEO Consultoría “JRM&Acoc.”
*Analista Político *Abogado *Periodista
Twitter: @JorRausch
Maldonado, R. O. del Uruguay
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